sábado, 18 de julio de 2015

¿Luchamos para resucitar al condado de Auvernia? Contribución de Servir le Peuple a la comprensión de la lucha de los Pueblos dentro del Estado francés

Tras la decisión tomada en el seno de la Red de Blog Comunistas de publicar y traducir artículos propuestos por sus miembros con elf in de dar a conocer la situación concreta de diferentes paises y regiones, hemos traducido, y lo publicamos a continuación, el artículo del blog camarada Servir le Peuple, en el que analiza la lucha de liberación en Occitania en el marco de la lucha de clases:


¿Luchamos para resucitar al condado de Auvernia? Contribución de Servir le Peuple (Occitania) a la comprensión de la lucha de los Pueblos dentro del Estado francés

Nuestra lucha de afirmación y liberación como Pueblos en el marco de la lucha de clases. Estado cárcel, Pueblos negados, 'argumentos' centralistas seudoprogresistas y economía política

Al Estado francés centralizador, a lo largo de la Historia y hasta el presente, se le ha asociado, en especial, con nociones como “progreso” histórico, “modernidad” contra el “Medievo” e incluso con conceptos mucho más politizados como son el “progresismo”, el “universalismo”, las “Luces” etc., etc.; o, dicho de otro modo, con conceptos de “izquierda”, principalmente a partir de un discurso que pone en primer plano la “República” o los “valores republicanos”, nociones que, en el Estado español o en las naciones del Reino Unido, contienen aún toda una carga subversiva y revolucionaria, pero que en el Hexágono están vaciadas de sustancia y son completamenteburguesas.

Es necesario indicar que el Estado francés es, de todos los existentes hasta la fecha, aquel en el que, sin duda, la burguesía se desembarazó con menos miramientos de las instituciones monárquicas, aristocráticas y administrativas, en cuyo seno había anidado desde finales de la Edad Media hasta la “edad adulta” del siglo XVIII. Desde entonces, la burguesía francesa puede revestirse con esta aura ante sus propias masas populares y el mundo entero. Algún día, no obstante, será menester, qué duda cabe, confrontar estaleyenda áurea con la realidad, en términos, por ejemplo, de radicalidad de la revolución agraria (¿afectó esto a muchos aristócratas y grandes propietarios, quienes, en otros casos, fueron simplemente sustituidos por “compradores”?) mientras existió una amplia clase campesina (hoy en día apenas quedan agricultores), o también en términos de importancia del catolicismo galicano en el pensamiento dominante que en la actualidad se declara “laico”.

En el Reino Unido o en el Estado español, a los que ya nos hemos referido, apenas sí quedan neofranquistas u orangistas que presenten la unificación estatal como un “triunfo de la civilización moderna sobre las obscuras edades medievales”. En Italia planeó durante bastante tiempo un cierto “mito garibaldino” de la Unidad, hasta el punto de que la Brigada internacionalista enviada combatir en “España” o incluso varias unidades de partidarios antifascistas (1943-45) llevaron el nombre de Garibaldi. Sin embargo, el movimiento comunista analizó la Unidad, también desde el principio (Gramsci), como una conquista colonial del Sur. Actualmente se observa una importante renovación de la conciencia sobre esta cuestión, en una línea claramente progresista (véase, por ejemplo, el sitio http://briganti.info/).

No obstante, en el Estado francés, cuando uno se aventura no ya a emitir una reivindicación independentista (sentimiento muy minoritario entre los pueblos del Estado francés, representando como máximo un 20% en Córcega ), sino simplemente a afirmar la existencia de los pueblos que hay en ese Estado, se le acusa muy a menudo de “querer hacer girar la rueda de la historia en sentido inverso”, de querer “resucitar el condado de Auvernia o el ducado de Aquitania”, etc., etc.

Se trata de un argumento tan estulto, que –como sucede a menudo ante la estolidez– nos deja atónitos, con la boca abierta, sin saber qué responder. Y a pesar de ello, es una cuestión que hay que estudiar a fondo ya que, como acabamos de decir, este tipo de razonamiento es absolutamente hegemónico.

Así pues, ¿qué podemos responder a dicho “argumento”? Pues bien, respondemos simplemente que la cuestión no reside en el difunto condado de Auvernia o el ducado de Aquitania, ni siquiera en la Córcega republicana de Paoli, sino en este mapa:



Aquí reside la cuestión para nosotros. Este mapa está extraído de un estudio “geosociológico” reciente, que dio lugar a un documental que se puede ver en francés en http://www.youtube.com/watch?v=f8sqxkCnWnI.

El mapa muestra, en blancolos territorios geográficos que, de acuerdo con toda una serie de criterios (económicos, sociales, “conectivos” –de acceso a la información, a la cultura– o de acceso a los servicios públicos) son territorios de inclusión; y en azul, los territorios de exclusión, de desatención, las periferiasMuestra, esencialmente, dónde se concentran en el Estado francés la riqueza, el poder y las repercusiones de ambos, y dónde se concentran laexplotación y todas las formas de opresión.

Lo que se dibuja con toda claridad es un cuadrilátero de blancura, esquemáticamente Ruán-Tours-Auxerre-Reims, con París en el centro, es decir, una Cuenca parisina de la que, ya a mediados del siglo XIX, se decía (Jules Michelet) que era la “verdadera Francia”, mientras que el resto no era “en absoluto lo mismo”; o hacia 1940 (el fascista Louis-Ferdinand Céline, antioccitano declarado), que sus “10 departamentos pagan más impuestos que el resto” del Estado, lo que era sin duda cierto y traducía precisamente la concentración de riqueza; y que resulta estar, también precisamente, (¿por casualidad?) allí donde el Estado se ha desplegado históricamente desde el siglo XIII. Además de ello, se observan también en blanco las metrópolis-enlace (Lyon, Toulouse, Burdeos, Nantes, Lille, etc.),enlaces del poder central; una serie de regiones costeras donde las vacaciones burguesas producen algunas repercusiones económicas; o zonas como Alsacia o el norte de los Alpes, que se benefician de la proximidad de Alemania y Suiza (columna vertebral económica europea).
Y en el resto… azul más o menos oscuro: manchas azules en las metrópolis blancas que son las zonas de exclusión urbanas (suburbios “guetos”, “zonas urbanas sensibles”), cuya población es hoy, en gran parte, de origen extraeuropeo (y que, antaño, venía de otros países de Europa… ¡o simplemente del campo y de otras regiones periféricas del Estado!); y sobre todo, mucho menos visibles en los medios, una serie de zonas relegadas en el ámbito rural, así comoantiguas cuencas industriales, hoy en plena decadencia, donde se da un nivel de proletarización asombroso… que corresponden en gran medida a nuestras nacionalidades, cuya mera mención es “querer volver a los ducados de la Edad Media”.

En última instancia, lo que tenemos es,por una parte, las zonas donde la fuerza de trabajo proletaria (o campesina pobre) produce la riqueza y, por otra, las zonas donde la burguesía y la pequeña burguesía la reciben, sacando tajada del sistema: el orden social que refleja este mapa es precisamente el que queremos derribar.

¿El Estado francés centralizador, expresión del “progreso” histórico? , en efecto… En el sentido en que es la expresión, el producto y el instrumento del CAPITALISMO en tanto que fase histórica posterior y “superior” al feudalismo ¡Pero dicho capitalismo no ha existido nunca tampoco sin multiplicar los crímenes contra el pueblo trabajador, y hoy, el orden del día es precisamente derribarlo! ¿Cómo, pues, pretender ser “anticapitalista” y conformarse con un estado de cosas que es su obra?

Como fase histórica concreta, el capitalismo se enfrentó, en efecto, con las fuerzas del feudalismo (aristócratas, religiosos y otros “antimodernos”) perotambién... llevó a cabo una guerra sin cuartel contra las masas populares para aherrojarlas con las cadenas del Capital; aspecto que (por supuesto) la Historia escrita por la burguesía se ha esforzado en callar o en minimizar, pero que Marx describió perfectamente en el caso particular de Gran Bretaña. Y una vez ganada esta guerra, como sabemos todos, su base fue y sigue siendo la explotación del trabajo y la extorsión de éste, presión 
que se ha ido redoblando sobre las masas populares del mundo entero (ya que el capitalismo impera sobre todo o casi todo el planeta) a medida que el sistema se ha ido hundiendo en la crisis desde finales del siglo XIX (crisis de 1873 y siguientes).

Como producto, instrumento (el Estado en el sentido de sus instituciones) y base de acumulación fundamental (el Estado en el sentido de su territorio) del capitalismo en desarrollo y de su clase motriz, la burguesía, el Estado francés (absolutista, luego, alternativamente, republicano y monárquico constitucional, más tarde, definitivamente, republicano burgués) barrió, efectivamente, los viejos feudos y “el Estado en el Estado” que representaba la Iglesia… pero no solamente: también aplastó la miríada de pequeñas repúblicas populares campesinas que constituían cada pueblo o valle de montaña, e incluso las repúblicas burguesas de las ciudades, que coexistían con la autoridad señorial o a las cuales ésta se superponía; y sobre todo negó la realidad de los pueblos que se iba anexionando al compás de su expansión (occitanos, bretones, arpitanos, vascos y catalanes, corsos, picardos y ch’tis, alsacianos y de Lorena, etc.) para transformarlos en “súbditos” del rey y, posteriormente, en “ciudadanos” de la República, es decir,fuerza de trabajo destinada a generar la plusvalía del Capital.

Explotó, al servicio del Capital, a las masas trabajadoras y reprimió en sangre sus levantamientos, revueltas campesinas del siglo XVII (los Croquantsoccitanos, los Gorros rojos bretones) hasta las Comunas de 1871 (de París, pero también de Marsella, Lyon, Narbona, etc.).

Mucho antes y mucho mejor que muchos autoproclamados “marxistas” (incluso de nuestros días), comprendió la importancia política fundamental de la cultura; y, en consecuencia, impuso a las masas populares la lengua y la cultura de la clase dominante (lengua que fabricó en su Academia francesa a partir del habla noble y gran burguesa del Valle del Loira), a partir del siglo XVI (Edicto de Villers-Cotterêts de 1539) en la administración y a partir de la revolución burguesa (discurso del abate Grégoire de 1790) en la vida social cotidiana: cuando, pensaba la burguesía, “ellos (los obreros y los campesinos) hablen y piensen como nosotros, sólo se moverán dentro de los límites que les hayamos fijado…” Ése fue, especialmente, el papel de la escuela –esa otra gran vaca sagrada de toda la “izquierda” burguesa, incluida la autoproclamada “marxista”–, desempeñado desde el siglo XVII bajo la tutela de la Iglesia, y que en 1880, con Jules Ferry (cantor, por otra parte, de la conquista colonial), se transformó en “pública, gratuita, laica y obligatoria”. Este último exponía, por cierto, las cosas en los siguientes términos: “En las escuelas confesionales, los jóvenes reciben una enseñanza dirigida por entero contra las instituciones modernas”. En este caso el ataque apuntaba contra la Iglesia… pero también y sobre todo contra el contrapoder que ésta representaba para las masas campesinas, que había que someter definitivamente a la República burguesa. Y añadía inmediatamente: “Si este estado de cosas se perpetúa, es de temer que se constituyan otras escuelas, abiertas a los hijos de los obreros y campesinos, donde se enseñarán principios completamente opuestos, inspirados quizá en un ideal socialista o comunista, tomado en préstamo de tiempos más recientes, por ejemplo, de esa época violenta y siniestra comprendida entre el 18 de marzo y el 24 de mayo de 1871”. ¡En este caso, la alusión, alusión transparente, es a la Comuna de París, primer ensayo de dictadura del proletariado en la Historia de la humanidad!

Y todo ello, lo que acabamos de ver, el Estado francés lo hizo al servicio y en beneficio de un Capital formado por una pirámide burguesa cuya cima es la burguesía parisina, vinculada histórica y directamente al poder del Estado a su servicio; un Capital cuyos pueblos conquistados y negados (una “provincia”, de pro vincia en latín, a saber, un país “previamente vencido”, es decir, ¡conquistado!) se convirtieron en lafuerza de trabajo, y el territorio estatal, en la base primera de acumulación (antes de lanzarse a la conquista de las colonias de ultramar) para la producción de la riqueza; una riqueza que se dirige y concentra mecánicamente alrededor de París donde mora la “burguesía-amo”, la burguesía principal; lo cual da lugar a esta organización social del territorio, dividido en centros y periferias, que muestra a las claras el mapa.

Una organización socioterritorial en centros y periferias, producto de un orden social capitalista con el que precisamente pretendemos acabar…

Todo ello, hay que decirlo no obstante, no ha dejado nunca de suscitar resistencias, como lo muestra, por ejemplo, este otro mapa:


Este mapa muestra las rebeliones colectivas (es decir, los motines populares) por cantones contra las fuerzas del orden burgués entre 1800 y 1859, época de la “revolución industrial” en que la subsunción de las masas populares por el capitalismo se efectuó de manera especialmente brutal. Y si se observa, por supuesto, una concentración de estos levantamientos en los suburbios obreros de París, que hacen que, eventualmente, se tambaleen los regímenes, como en 1830, 1848, etc. (el París obrero donde se amontona, por lo demás, un proletariado… inmigrante proveniente de todas las “provincias” del Estado), también se ve con toda claridad que es en la PERIFERIA –en particular en Occitania, Bretaña y las regiones limítrofes, tierras de la Chuanería y también el Norte minero– donde se concentran las resistencias insurreccionales contra el orden capitalista triunfante… Territorios que corresponden en gran medida al azul del primer mapa; un azul que representa hoy ni más ni menos que los “CAMPOS” de la GUERRA POPULAR que queremos emprender.

El Estado francés no es ni una “expresión del progreso” entendida de manera abstracta e idealista (idea, desgraciadamente, compartida por gentes que se reclaman “marxistas”), ni tampoco una entidad “flotante” por encima de las clases y de su lucha: es –orgánicamente identificado con ella el aparato político-militar e ideológico-cultural de la clase que combatimos, ¡la burguesía!

Nuestra lucha no es una lucha “para resucitar” el condado de Auvernia o el ducado de Aquitania: es una lucha paraderribar este Estado, los muros de esta prisión, y liberar a los pueblos y a sus trabajadores en ella encerrados.

No somos, para ser sinceros, “independentistas”, ni siquiera “autonomistas”: sencillamente no aceptamos ese paradigma burgués.

Somos revolucionarios que queremos el socialismo. Queremos arrebatar la mayor cantidad de territorios posible, así como los hombres y las mujeres que los pueblan, al orden capitalista para instaurar en ellos el socialismo, que es el proceso que debe conducir al comunismo. Y sobre estos espacios geográficos liberados, donde habremos abolido el orden social capitalista, empezando por sus instituciones guardianas, el Estado burgués, pretendemos establecer nuevas relaciones sociales y, en particular,nuevas relaciones entre los territorios y sus poblaciones, entre los pueblos nacionales (las nacionalidades sin sus burguesías); relaciones que no sean ya de dominación de unos y de subordinación de otros (pues la primera de las formas de dominación, la del Capital, habrá sido derribada), sino defederación democrática, fraternal y cooperativa entre los pueblos, hasta que el mundo entero, arrancado de las garras del capitalismo, entre en el comunismo. Una federación de pueblos que, como decía Lenin y lo repetirá Argala, suponepueblos libresliberados de sus Estados-prisión y de toda relación de dominación, opresión o negación nacional: “Internacionalismo obrero significa la solidaridad de clase, expresada en el mutuo apoyo, entre los trabajadores de las diferentes naciones, pero respetándose en su peculiar forma de ser nacional.” (Argala).

Lo que queremos, en definitiva… essimplemente lo que imaginaba Lenin para la joven URSS que nacía bajo sus ojos, aunque desgraciadamente se fuera al traste por el “espíritu policíaco gran ruso”, como señalaba ya el gran dirigente bolchevique en sus últimos escritos, así como por los nacionalismos burgueses chovinistas y reaccionarios (muy especialmente en Ucrania), exacerbados por los enemigos de la “Patria de los Trabajadores” (la Alemania nazi y, más tarde, la Alianza Atlántica)1

Por todo lo anterior, nuestra afirmación del pueblo occitano, lejos ser una manifestación más nostálgica, “romántica”, del pasado medieval, es indisociable del ser comunistas.

Como ya hemos escrito en varias ocasiones, NO HAY (sobre todo dentro de nuestro Estado metrópolis imperialista) "luchas de liberacion nacional", por un lado, y una lucha social, de clase, por otro, entre las cuales se trataría de encontrar una buena articulación, sino que nuestra afirmación y voluntad de liberación, como Pueblos negados por la construccion histórica de nuestro explotador, que es el Estado francés,son la expresión específica de la lucha de clases en nuestra situación concreta.

En definitiva, un poquito de patriotismo (en el sentido de apego a nuestros Pueblos reales, no de lealdad a la entidad "Francia"), quizás pueda parecer que nos aleja de la lucha de clases..., pero en realidad nos hace recuperarla!



1Siendo quizas necesario précisarlo, no se trata aqui de una critica destructiva y personalista de 'Stalin el Malo', a la manera antidialectica de la 'izquierda antitotalitaria' ; sino de enfocar en el aspecto especifico que nos interesa - la cuestion de las nacionalidades - contradicciones, límites de comprension, herencias del pasado (los siglos de zarismo), que forman parte del complejo proceso llevando de la sociedad de clases al comunismo, y que se han de superar. El triunfo revisionista hizo finalmente que estas tendencias chovinistas triunfaran, y los nacionalismos perifericos en reaccion terminaron provocando la disolucion de la URSS

Comunicado de RBC con motivo del 1 de mayo, "día en que los obreros de todos los países conmemoran su despertar a una vida con conciencia de clase"

¡Camaradas obreros! Se acerca el Primero de Mayo, día en que los obreros de todos los países conmemoran su despertar a una vida con conciencia de clase, su solidaridad en la lucha con­tra toda violencia y toda opresión del hombre por el hombre, en la lucha por liberar a millones de trabajadores del hambre, la miseria y la humillación. Dos mundos se alzan frente a frente, en esta grandiosa lucha: el mundo del capital y el del trabajo, el mundo de la explotación y la esclavitud, y el de la fraternidad y la libertad”.

Hemos querido empezar esta llamada a la lucha el próximo 1 de mayo, día de los trabajadores, citando al camarada Lenín, entel manifiesto publicado como volante por el Comité Central y el Órgano Central del POSDR en 1904. Y lo hacemos porque en la actualidad la clase trabajadora parece haber olvidado qué es el 1 de mayo, por qué fue proclamado por la Unión Soviética como día de paro general, y cuales son sus orígenes y sus objetivos.

Desde 1890, el 1 de mayo es celebrado com jornada de lucha por todos los trabajadores conscientes del mundo, en homenaje tanto a los inolvidables Mártires de Chicago de 1886 como a los héroes del 25 de Octubre de 1917, y en realidad, en honor y gloria de todos los que han luchado, en muchas ocasiones incluso dando su vida, por lograr ese mundo sin explotación del hombre por el hombre que es el faro y la guía de todo comunista.

Vivimos tiempos en el que el capitalismo muestra cada vez con mayor descaro su verdadero rostro de barbarie criminal contra la clase trabajadora y los pueblos del mundo. Su carácter necesariamente imperialista hace que las agresiones contra los pueblos que desean seguir siendo soberanos sea brutal, ya sea como injerencia encubierta en los asuntos internos o como directa intervención armada en forma de matanzas, sangrías o destrucción de fuerzas productivas creadas y acumuladas a lo largo de cinco siglospor parte de su maquinaria de guerra, especialmente la OTAN.

Del mismo modo, asistimos a un periodo de ofensiva del capital contra el trabajo, de constantes recortes de derechos llevados por la euforia del aparente triunfo de la ley del mercado frente a la ley de la igualdad y solidaridad, dos requisitos necesarios para que cualquier hombre pueda disfrutar de la verdadera libertad.

Acogotada por el bombardeo ideológico y el control absoluto de los medios de comunicación e información, la clase obrera, en su mayoría asumiendo involuntariamente la cultura y la ideología burguesa, está en pleno proceso de entrega y sometimiento a la clase que les explota, desorganizados y faltos de un partido de vanguardia que les dirija y les de esperanza en la lucha por su emancipación social.

Por ello, creemos que es necesariopasar de nuevo a la contraofensiva, dejar de recular, y empezar a unir fuerzas, por encima de dogmatismos y personalismos, tan habituales en el movimiento comunista internacional hoy día y, en especial, en el mundo virtual, donde la organización, la disciplina y la autosuperación personal y como partido con el fin de convertirnos en mejores revolucionarios dejan mucho que desear, pues en definitiva dentro del MCI algunos han echado en saco roto el mandato de derrocar la barbarie capitalista mediante una revolución.

Cambiar la propia consciencia de la vanguardia revolucionaria para que cumpla su obligación de serlo, empezar a ganar a las masas trabajadoras para que vuelvan a recuperar la dignidad combatiente que les hizo conquistar derechos inimaginables a lo largo de la historia, y que hoy se están perdiendo sin apenas resitencia, es nuestra labor, como hemos dicho, por encima de dogmas, oportunismos, siglas y personalismos.

Además de la lucha a nivel estatal, es imprescindible una coordinación creciente de toda la clase obrera internacional. El sanguinario imperialismo se combate con internacionalismo; la barbarie capitalista con organizacióncomunista; la explotación con revolución obrera. Hagamos frente al capital, a la clase burguesa, al fascismo imperialista, con todos nuestros medios, pues, como dejo escrito Carlos Marx, en el Manifiesto Comunista, en las palabras que son el lema de la Red de Blogs Comunistas, “los comunistas no tienen por qué guardar encubiertas sus intenciones. abiertamente declaran que sus objetivos solo pueden alcanzarse derrocando por la violencia el orden social existente”.

Volviendo, para terminar, a las palabras de Lenin, no hemos de olvidar, y tenemos la obligación de hacérselo comprender a los trabajadores, que Sólo el proletariado conciente y organizado podrá conquistar para el pueblo la verdadera liber­tad, no una libertad falsificada. Sólo el proletariado conciente y organizado podrá desbaratar todo intento de engañar al pue­blo, de coartar sus derechos, de convertirlo en mero instrumento en manos de la burguesía”.

!POR UN 1 DE MAYO DE LUCHA Y RESISTENCIA!
!POR LA UNIDAD DE ACCIÓN DEL MOVIMIENTO COMUNISTA INTERNACIONAL EN POS DE LA REVOLUCIÓN!
!POR LA CONTRAOFENSIVA COMUNISTA FRENTE A LA BARBARIE CAPITALISTA Y POR LA CONQUISTA DEL SOCIALISMO!
!VIVA EL 1 DE MAYO REVOLUCIONARIO!

¡1° de Mayo Rojo y Internacionalista!


¡1° de Mayo Rojo y Internacionalista!

¡Crisis, guerras, represión, opresión, desempleo, pobreza!

¡Proletarios y pueblos oprimidos, unámonos y tomemos el futuro en nuestras manos!

¡Viva la revolución!

El imperialismo sigue atravesando una profunda crisis económica y descargándola sobre el proletariado y los pueblos del mundo. Hablan de recuperación, pero lo único que se recupera es la carrera por ganancias, las riquezas y las armas.

Por el contrario, para los proletarios, los campesinos pobres y otras masas populares de todos los países del mundo, vemos el desempleo, leyes laborales que aumentan, la precarización, la
explotación y la esclavitud, miseria, saqueo de materias primas y recursos energéticos, devastación ambiental y territorial.

Los jóvenes sin trabajo son ahora la mayoría, a pesar de su crecimiento educativo y cultural.

Las nuevas tecnologías se utilizan para hacer más beneficios, intensificar la explotación y el dominio y control sobre los trabajadores y para aumentar el poder destructivo de las armas.

Contra esta situación los proletarios y las masas del pueblo se rebelan, en los países imperialistas, así como en los países oprimidos por el imperialismo. Los proletarios y las masas no pueden aceptar unas condiciones de vida y trabajo cada vez peores; una vida de penurias sin esperanza ni futuro y odian cada vez más a sus opresores y verdugos.

En los países oprimidos, los obreros, campesinos y jóvenes han tomado varias veces las calles desafiando la feroz represión para resistir a los ataques a sus condiciones de vida; el campesinado, fuerza principal de la revolución de Nueva Democracia, resiste a las reaccionarias políticas anticampesinas de desplazamiento y aniquilamiento, y persiste en la lucha por la tierra contra las viejas y “nuevas” formas de dominación semifeudal, base de la dominación imperialista.

En los países imperialistas las rebeliones de jóvenes e inmigrantes, de Ferguson a Estocolmo, a las banlieues de Paris, las luchas generales de los trabajadores, a menudo se enfrentan con el aparato represivo del Estado

Todo esto muestra que la revolución, como tendencia y necesidad, está emergiendo cada vez más y choca con la reaccionarización y fascistización de los Estados y gobiernos.

En todas partes, en las luchas y guerras populares, avanza el protagonismo de las mujeres para suprimir la odiosa opresión de clase y de género que llena las calles del mundo de violaciones, feminicidios, y para exigir una revolución que sea verdadera liberación.

Para enfrentar y conjurar la rebelión popular, el imperialismo, sus Estados, sus gobiernos, tanto de derecha como de una pretendida "izquierda", responden con una represión feroz, masacres, persecución, demagogia y manipulación; crean estados policiales que suprimen libertades políticas, sociales e individuales, en un vano intento por detener la ola popular y la organización revolucionaria de las masas.

Ellos también han empleado el señuelo de la farsa electoral de los reformistas, socialdemócratas y revisionistas para contener la furia de las masas dentro del sistema reaccionario.

Estas fuerzas fomentan la ilusión de que algún gobierno "a favor del pueblo" puede superar los estragos de la crisis; por ejemplo, en Grecia, la máxima expresión de la crisis en Europa, fuerzas de la nueva socialdemocracia como SYRIZA, llegan al poder como un último recurso, pero no son capaces de alzarse contra los dictados del capital europeo y los bancos ni de dar respuesta a las necesidades y luchas de las masas.

Además si el servicio realizado al imperialismo por tales fuerzas farsantes permanece aún como un obstáculo, en muchos países las masas responden con la intensificación de la lucha de clases y la creciente abstención masiva y el boicot.

En Ucrania y la reaccionaria Europa oriental, también avanzan fuerzas de tipo nazi, con el apoyo de los EE.UU., la Unión Europea y la OTAN, en un marco de confrontación interimperialista con la Rusia de Putin.

Las masas están de forma justa luchando contra el fascismo y el imperialismo occidental, pero necesitan una auténtica dirección comunista para no ser peones del expansionismo del imperialismo ruso.

La rebelión del proletariado y de las masas exige un cambio radical y el único medio para lograrlo es el derrocamiento, con las armas en la mano, de las clases dominantes y la construcción de una nueva sociedad libre de explotación, opresión e imperialismo.

Dentro de la crisis, las contradicciones interimperialistas se agudizan y la tendencia para una nueva guerra por el reparto mundial se hace más y más insistente– aunque la contradicción entre el imperialismo y los pueblos y naciones oprimidas sigue siendo la contradicción principal en el mundo – y la revolución a sigue siendo la tendencia principal y se encarna en una potencial nueva ola de la revolución proletaria mundial.

Para convertirse en exitosas revoluciones de nueva democracia en los países oprimidos por el imperialismo en marcha hacia el socialismo y en revolución proletaria y socialista en los países imperialistas en marcha hacia el comunismo, las rebeliones de las masas necesitan en cada país de un auténtico partido comunista revolucionario, un frente unido de todas las masas explotadas y oprimidas dirigido por el proletariado, y un ejército popular revolucionario.

Donde las masas carecen de estas herramientas, sus luchas valientes y heroicas luchas son derrotadas y/o son presas de fuerzas reaccionarias, siempre ligadas al sistema imperialista, fuerzas que no las pueden liberar de sus cadenas sociales, económicas y políticas.

El imperialismo, en nombre de la lucha contra el terrorismo, desata guerras y el terror local. Pero el imperialismo es el auténtico terrorismo, el monstruo al que debemos combatir y derrocar.

¿Qué hay hoy en el mundo que sea peor que el imperialismo?

El imperialismo, especialmente yanqui, intensifica la política de guerra, invasión y agresión en Irak, Afganistán y fomenta las guerras en Siria, Libia, Yemen y en todo el Oriente Medio y Asia Occidental. Responde a la revueltas populares en los países árabes, instalando en el poder a fuerzas que continúan la política de los viejos déspotas y regímenes, como en Egipto, en confabulación y alianza con el gendarme sionista, Israel, y otros regímenes reaccionarios en la región, desde Turquía a Irán, y hasta Arabia Saudita.

En estas guerras e intervenciones arman a las fuerzas reaccionarias feudales que luego se vuelven en su contra, llevando la guerra dentro de los propios países imperialistas con feroces ataques que minan la seguridad y la fuerza de esos estados, en los cuales existen masas y sectores de inmigrantes rebeldes que odian el imperialismo.

En el terreno donde se han desarrollado estas intervenciones directas e indirectas, el imperialismo sigue aplicando su política de Guerra de Baja Intensidad (GBI), con agentes y tramas para enfrentar masas contra masas, para desviar el blanco de las luchas de los pueblos oprimidos de su enemigo principal, con el objetivo de dividir el frente único antiimperialista tal como ahora en Siria enfrentando masas árabes y kurdas.

Donde el ISIS avanza, las masas combaten y resisten, como las masas kurdas, con un papel dirigente de la mujeres, en la vanguardia en Rojava, Kobane. Pero sólo combatiendo a través de la Guerra Popular, no sólo al ISIS sino también al imperialismo y a los regímenes reaccionarios de la región, las masas pueden liberarse de la opresión nacional y social.

La burguesía y sus intelectuales sofisticados, en las ciudadelas imperialistas al igual que en los 
centros de cultura de los países oprimidos por el imperialismo, se alegran de lo que ellos denominan el entierro de la clase obrera y su ideología poderosa trazada por Marx, Engels, Lenin, Stalin y Mao. Pero en todos los rincones del mundo asistimos a una recuperación gigantesca de la lucha obrera, clasista y combativa que sacude las ciudadelas del capital, también en China, así como en todos los países del supuesto desarrollo del capital, los llamados “países emergentes”.

Dentro del sistema imperialista, grandes países, como Brasil, Turquía, etc., están atravesado por grandes luchas de los obreros, campesinos y otras masas, y muestran cómo el crecimiento económico de estos países bajo la dominación del imperialismo los hace "gigantes con pies de barro" y tierra de revolución.

No hay lugar en el mundo que no asista a tensiones y agudización de la lucha de clases.

En este marco, la Guerra Popular dirigida por partidos marxistas-leninistas-maoístas, es la única referencia estratégica de la lucha de liberación.

La Guerra Popular en la India, golpeando directamente en uno de los mayores bastiones del imperialismo y de la reacción en el mundo, ha suscitado un gran entusiasmo entre las masas revolucionarias del mundo entero y se ha convertido en un poderoso punto de encuentro internacionalista. Junto con las Guerras Populares en Filipinas, Perú y Turquía, continúa minando al imperialismo y muestra el camino para derrocar el sistema de explotación y opresión del imperialismo y las fuerzas reaccionarias feudales y para la construcción de un nuevo poder y sociedad.

Los comunistas marxistas-leninistas-maoístas del mundo deben construir y fortalecer Partidos Comunistas para cumplir sus tareas de dirección y desarrollo, librándose de sus filas de tendencias revisionistas y capitulacionistas como el prachandismo en Nepal, al avakianismo en los EE.UU., la Línea Oportunista de Derecha, en todas sus formas, en Perú, etc., sin caer, al mismo tiempo, en el estéril revolucionarismo pequeñoburgués y el dogmatismo.

La construcción de los partidos comunistas debe darse en el fuego de la lucha de clases en estrecha ligazón con las masas, en función de la lucha revolucionaria por el poder.

Este 1º de Mayo de 2015 nos llama a levantar alto y fuerte la bandera roja del comunismo y la revolución en todas las manifestaciones, en todas las luchas antiimperialistas en el mundo, trayendo y renovando con fuerza el lema de: “¡Proletarios y pueblos oprimidos del mundo, uníos!”

¡Unámonos para detener las guerras imperialistas y reaccionarias, para aplastar al imperialismo y la reacción de todo el mundo!

¡Saludemos a los mártires del pueblo y de la revolución, apoyemos la lucha y por la libertad de los presos políticos revolucionarios y comunistas de todo el mundo!


¡Promovamos el auténtico internacionalismo proletario en la dirección de las luchas proletarias y en las luchas de los pueblos para crear las condiciones y avanzar hacia una organización internacional de los comunistas.

¡Apoyemos las guerras populares hasta la victoria!

¡Tomemos el futuro del comunismo en nuestras manos!


Declaración firmada por:

Bloque Rojo (Unificación de los maoístas) – Francia
Colectivo de Maoístas Iraní
Comité de Construcción del Partido Comunista maoísta de Galicia, Estado español
Comité de Construcción del Partido Marxista-Leninista-Maoísta (MLM-PAK) - Alemania
Comités para la Fundación del Partido Comunista (maoísta), Austria
Democracia y Lucha de Clases – Estado británico
Fracción Roja del Partido Comunista de Chile (FR-PCCh)
Frente Cultural Intelectual Revolucionario (Nepal)
Gran Desorden WSRP– Gales, Estado británico
Gran Marcha Hacia el Comunismo (España)
Grupo Comunista Maoísta (EE.UU.)
Liga Revolucionaria Maoísta – Sri Lanka
Movimiento Comunista de Serbia
Movimiento Comunista Maoísta (Túnez)
Movimiento Popular Perú (Comité Reorganizador) – MPP (CR)
Nuevo Partido Comunista (Comité Coordinador) – EE.UU.
Partido Comunista de Brasil (Fracción Roja) – PCB (FR)
Partido Comunista del Ecuador – Sol Rojo (PCE-SR)
Partido Comunista (Maoísta) de Afganistán
Partido Comunista de la India (Maoísta)
Partido Comunista Maoísta de Manipur
Partido Comunista maoísta – Italia
Partido Comunista de Turquía / Marxista-Leninista (TKP/ML)
Partido Comunista Revolucionario (PCR-RCP Canadá)
Praxis Revolucionaria – Reino Unido
Red de Blogs Comunistas (RBC)
Servir al Pueblo – Liga Comunista de Noruega
Servir al Pueblo - Sheisau Sorelh – Occitania – Estado francés
Voz Obrera – Malasia